Desde el interior de un salón del Hospital de Golfito, una tortuga marina, grande y apacible, les da la bienvenida a los visitantes al área de los espacios aptos y amigables para la niñez y adolescencia. Una frescura de olas azules fluye a través del espacio. Y en esas olas nada una gran variedad de criaturas marinas: tiburones, mantarayas, peces, medusas, ballenas y delfines. Todas ellas tienen el mismo trabajo que el resto del personal de los espacios aptos y amigables para la niñez y adolescencia del hospital de Golfito: proporcionarles a las víctimas de trata de personas menores de edad un entorno seguro y tranquilizador en el que puedan recibir atención médica y apoyo emocional.

Este corredor y los espacios adyacentes son el resultado de una colaboración entre el Hospital Manuel Mora Valverde de Golfito y el Programa de Innovaciones en el Abordaje Contra la Trata de niñas, niños y adolescentes (IACT) de Warnath Group, que está siendo implementado en las provincias de Guanacaste y Puntarenas con el financiamiento de la Oficina de Monitoreo y Lucha contra la Trata de Personas (J/TIP) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Gracias a esta colaboración, muchas cosas han cambiado y mejorado en el Hospital Manuel Mora Valverde. Las paredes, hasta entonces desnudas y estériles de este pasillo, fueron resanadas. Luego, un artista local, Edwin Espinoza, creó paisajes reconfortantes y maravillosos a partir del azul profundo del océano para proporcionarle un ambiente tranquilo a niñas, niños y adolescentes. El diseño del mural se elaboró a partir de consultas con personas menores de edad de la comunidad y busca crear una sensación de calma, seguridad y confianza.

Además del pasillo en sí, el equipo del Programa IACT y el personal del hospital diseñaron y remozaron colaborativamente tres diferentes salas donde niñas, niños y adolescentes víctimas de trata y que visitan el hospital por otras razones pueden reunirse con profesionales de la Salud, Psicología, Trabajo Social y de otras disciplinas. El diseño de cada espacio se basó en los comentarios de personas menores de edad que compartieron sus opiniones con el Programa IACT sobre lo que les hace sentirse seguras, tranquilas y cómodas.

En la Sala de Terapia Familiar del Dpto. de Trabajo Social, las víctimas de trata menores de edad y sus familiares pueden reunirse con profesionales del área y de otras disciplinas. Warnath Group diseñó esta habitación para incluir una iluminación cálida, conexiones con la naturaleza, muebles cómodos y juguetes fabricados localmente. En la pared, la pintura de un diente de león libre en el viento simboliza la esperanza, la sanidad y la resiliencia.

En la sala de aislamiento, profesionales de la salud ofrecen tratamiento médico a niñas, niños y adolescentes. Aquí, las ballenas flotan entre las olas en las paredes. Mientras son examinadas, las personas menores de edad pueden mirar al techo, donde tiburones, ballenas y diferentes peces tropicales nadan y retozan sobre sus cabezas. El baño contiguo también incluye figuras de criaturas marinas suspendidas del cielo raso.

Estas criaturas marinas les siguen hasta el Consultorio de Pediatría, donde se llevan acabo valoraciones y donde reciben atención médica. Esta sala cuenta con luces sensoriales especiales, que pueden encenderse para crear un entorno tranquilizador y estimulante para niñas, niños y adolescentes, lo que reduce su ansiedad y les ayuda a sentirse más confortables y a gusto.

El personal del hospital informa que estos espacios aptos y amigables para la niñez y adolescencia, con esta ambientación marina y otros nexos con el entorno natural autóctono del Pacífico Sur de Costa Rica, han sido muy bien recibidos tanto por las personas menores de edad, como por sus padres. Como observó una trabajadora social: “Las niñas y los niños lloran al llegar, pero cuando ven todos los animales… dejan de hacerlo. Los padres siempre están tan contentos, que no quieren salir de la oficina después”.

Además de propiciar un entorno físico seguro, tranquilo y cómodo para víctimas de trata de personas menores de edad que reciben atención, estos espacios aptos y amigables para la niñez y adolescencia se crearon para fomentar las oportunidades de cooperación y alianzas entre las distintas instituciones que trabajan para proteger a niñas, niños y adolescentes víctimas de trata. Estas salas pueden ser utilizadas por el personal de las fiscalías y/o las agencias policiales para reunirse y entrevistar a las víctimas de trata menores de edad en coordinación con el personal del hospital. Tanto profesionales de la Salud, del Trabajo Social y la Psicología, como personal administrativo y de otras disciplinas utilizan estos espacios a diario.

Estos son lugares seguros para que niñas, niños y adolescentes puedan contarle al equipo de profesionales lo que les ocurrió, y para recibir atención y ayuda. En última instancia, estos espacios proporcionan una génesis en el proceso de devolver la normalidad y la continuidad a las vidas de niñas, niños y adolescentes víctimas de trata de personas.

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